lunes, 29 de marzo de 2010

: )

Goza del poder y la belleza de tu juventud. No pienses en ellos. No entenderás el poder y la belleza de tu juventud hasta que se hayan desvanecido. Pero creeme, en 20 años mirarás tus fotos y recordarás de una manera que ahora no puedes concebir cuántas posibilidades yacían frente a ti y qué estupendo lucías en realidad.No estás TAN gordo como imaginas.
No te preocupes acerca del futuro; ó preocupate, pero ten en cuenta que preocuparse es tan efectivo como tratar de resolver una ecuación mascando chicle. Los verdaderos problemas en tu vida son probablemente cosas que nunca pasarán por tu mente preocupada; del tipo de los que te ciegan a las 4 pm en un martes en que no pasa nada.
Todos los días haz algo que te dé miedo.
Canta.
No seas desconsiderado con los corazones de otras personas, no aguantes a las personas que sean desconsideradas con el tuyo.
Lávate los dientes.
No pierdas tu tiempo en envidias: algunas veces estás al frente, en otras ocasiones en la retaguardia. La carrera es larga, y al final, es sólo contigo mismo.
Recuerda los cumplidos que recibes, olvida los insultos; si lo logras, dime cómo.
Guarda tus antiguas cartas de amor, tira tus antiguos recibos bancarios.
Relájate.
No sientas culpa si no sabes qué hacer de tu vida. La gente más interesante que conozco no sabía a los 22 que querían hacer de sus vidas, algunas de las personas de 40 más interesantes que conozco aún no lo saben.
Toma mucho calcio.Cuida tus rodillas, las extrañarás cuando no estén.
Tal vez te cases, tal vez no, tal vez tengas hijos, tal vez no, tal vez te divorcies a los 40, a lo mejor bailas funky chicken en tu 75° aniversario. Lo que sea que hagas, no te congratules mucho ni te reprendas tampoco. Tus elecciones son media oportunidad, como lo son las de todos los demás. Disfruta tu cuerpo, úsalo de todas las formas que te sea posibles. No tengas miedo de ello, o de lo que otras personas piensen de él, es el mejor instrumento que poseerás.
Baila, aunque no puedas hacerlo más que en tu sala.
Lee las instrucciones, incluso si no las sigues.
No leas revistas de belleza, sólo te harán sentir feo.
Atiende a tus padres, nunca sabes cuando se irán para siempre.
Llévate bien con tus hermanos, son tu mejor lazo con el pasado y las personas con mayor probabilidad de acompañarte en el futuro.
Entiende que los amigos vienen y van, pero a los valiosos debes aferrarte. Trabaja duro para subsanar las diferencias geográficas y de estilo de vida porque mientras más viejo seas, más necesitarás a la gente que te conoció cuando joven.
Vive en algún momento en New York, pero vete antes de que te endurezca; vive en el norte de California en algún momento, pero vete antes de que te haga suave.
Viaja.
Acepta ciertas verdades inapelables: los precios subirán, los políticos prometerán lo que no cumplirán, tú también envejecerás, y cuando lo hagas fantasearás que cuando eras joven los precios eran razonables, los políticos eran nobles y los niños respetaban a sus mayores.
Respeta a tus mayores.
No esperes que te mantengan. Tal vez recibas una herencias, tal vez tengas un cónyuge acaudalado; pero nunca sabes cuando se terminará cualquiera de ellos.
No te metas mucho con tu cabello, o para cuando tengas 40, lucirá de 85.
Ten cuidado con los consejos que sigues y de quién vienen, pero, sé paciente con quienes los den. El consejo es una forma de nostalgia, darlo es una forma de rescatar el pasado del basurero, limpiándolo un poco, dándole unas manos de pintura a las partes feas y reciclarlo por más de lo que vale.

IN THE END




we all bear the scars
we all feign a laugh
we all cry in the dark
get cut off before we start
and as your first act begins
you realise they´re all waiting
for all, for a flaw, for the end
and there´s a past stained with tears
could you talk to quiet my fears
could you pull me aside
just to acknowledge that i´ve tried
as your last breath begins
contently take it in
cause we all get it in
the end
as your last breath begins
you find your demon´s your best friend
and we all get it in
the end

miércoles, 24 de marzo de 2010

HE DICHO











JHON


éste es jhon, nuestro amigo de actitud violenta. le gusta beber café, perderse entre los árboles y morder a Azul. ambos mantienen una relación violenta. lo encontramos en una tienda en Guanajuato, todo asustado el pobre: imagínense, acababa de llegar de China, con todo y un letrero que decía made in china. oh, in jhon we trust. una vez se me olvidó en las jardineras de la escuela, y aparte de que Azul casi me come (desde que se junta con Jhon es bien violenta), Jhon estaba todo asustado como la primera vez que llegó al mundo. Jhon quiere irse a Venus: le entusiasma el proyecto ese...

martes, 23 de marzo de 2010

THE VERY BEST OF

para responder a tu pregunta:




























estos son los más hermosos...

EL CAJÓN


























-oh, si tan sólo mirarás lo que sucede a tu alrededor, verías que no estás tan mal...















HONEY


¿conoces el silencio? no el que se le aparece a los niños detrás del armario, sino el que crece en las profundidades del cerebro, negro y agusanado. el que rompe amigos y casas, el que no te muestra lo que es real. el mundo y todos sus abrazos se reducen a ese silencio, a esa mínina jaqueca, a la estupidez.
pero estoy seguro que si lo deseo con los ojos cerrados, y con muchos papalotes en la mano; y si sonrío como si fuera en serio,
y que si salgo a andar en bicicleta todos los días, y que si juego con libros pop-up, estoy seguro que si hago todo eso, podré cerrar los ojos y disfrutar del día: podrán aparecer el sol y la luna al final de la playa.

lunes, 22 de marzo de 2010

MI AMIGO EL INVISIBLE, primera parte


1.

El mundo volvió a ser lo mismo, a pesar del funeral.
Ellos se miraban en sus espejos de baño; ellos sacaban a pasear a sus mascotas; ellos tenían que lidiar con sus trabajos y con sus hijos; ellos no recordaban constantemente, porque el mundo tenía que volver a ser lo mismo. Ellos: Azul, Irina, Ricardo y Saúl. Se habían vuelto amigos en el último año de preparatoria, y cuando éste terminó siguieron frecuentándose. No se trataba de un ramo de bendecidos, simplemente se les dieron las circunstancias correctas con todo y el clima correcto. Cada uno estaba dedicándose a lo que había pensado.

Christian había sido parte del grupo, y también su vida había fluído hacia el campus de alguna universidad y hacia los pensamientos y brazos de algún muchachillo. A pesar de tener el ceño fruncido y de estar encorvado y de enojarse cuando todos lo molestaban (había reuniones en las que se elegía a alguien, no sólo a él) no era un ser taciturno. Tenía una colección de volúmen considerable de libros infantiles. Usaba abrigos y, de vez en cuando, una corbata de moño.

Lo único que habían sabido era algo sobre una mala noticia del hospital. Estaban en la casa de Irina celebrando el cumpleaños de uno de sus hijos, y entonces notaron que colgaba su celular con pesadez:

-¿algo malo?...
-no, solo que a mi cardiólogo le fascina mandarme hacer estudios, y ya estoy harto de eso... pero no, nada malo y nada importante.

Transcurrieron un par de años a partir de esa tarde. Y por más que se piense que una sombra estaba sobre la espalda de Christian, y por más que se piense que se pudo hacer algo, por lo menos hablar, y por más que se piense, todo es inútil: inútil no en el sentido de ser poco importante, sino en el sentido de que los dolores de cabeza aparecen cuando se le da vueltas a algo que ya no tiene remedio.
Transcurrieron un par de años a partir de su muerte. (Sus padres seguían vivos y seguían viviendo en Chalco, y Chalco no había cambiado mucho. Aún habian bugambilias y girasoles. Cerraron su despacho de diseño gráfico y abrieron, felizmente, un restaurante que ha tenido gran éxito).
Transcurrieron un par de años hasta el día en el que Azul salía de su trabajo para ir a comer. Miró hacia ninguna parte en la parada de un semáforo. Miró distraídamente. Pero alcanzó a distinguir, entre el movimiento de los peatones, un rostro, un cierto aire. "Juro que vi a Christian", le diría a Irina más tarde, e Irina se reiría por la coincidencia. Ella también lo había percibido cuando salía a hacer las compras. Comentaron el mismo hecho con Ricardo y con Saúl, y esta vez ya fue algo de poca credibilidad que Saúl haya escuchado su risa entrecortada en su estudio y que a Ricardo lo haya saludado desde lejos. Pero llegaron a la conclusión de que podría ser un juego de la memoria o mera sugestión.

Saúl, tras una larga jornada, regresaba a su departamento. Se sirvió un vaso de leche. Encendió la computadora. Fue a su cuarto para quitarse los zapatos. Abrió la puerta y gritó:

-¡no seas dramático!

Saúl estaba en el suelo con una mano en el pecho:

-eres... eres tú... eres... puta madre... ¿cómo que no sea dramático?
-no, no seas dramático.
-¡estoy viendo un muerto!
-no, estás viendo un fantasma.
-¿cómo es que llegaste aquí?
-la vida del más allá si existe, sólo que es inmensamente aburrida, asi que ellos me dieron la opción de volverme fantasma.
-¿ellos?
-ellos.
-¿quienes ellos?
-los "ellos".
-vaya... ¿y cómo es dios?
-barbudo.
-y... y... ¿y ahora qué?
-¿mañana te reunirás con todos?
-¿todos?
-irina, azul...
-si, con todos.
-mañana tendrás una importante noticia que dar; ¿cómo a qué hora estarás con ellos?
-como a las seis, en un café de aquí cerca.
-diles que estoy en tu casa.
-¿cómo les voy a decir eso?
-no entiendo.
-¡es absurdo!
-diles que vengan, estaré aquí como a las siete.
-no les voy a decir nada...
-sé que les dirás.

En efecto, Saúl no pudo ocultar semejante cosa. Gracias a que ninguno de ellos estaba dotado de escepticismo, fueron a lo de Saúl, entusiasmados y llenos de miedo. Llegaron a la siete con diez. Cuando abrieron la puerta vieron que Christian se estaba sirviendo un trago:

-hola, ¿cómo están?

Nadie pasó y nadie dijo nada.

viernes, 19 de marzo de 2010