lunes, 17 de mayo de 2010

Sing, valley maker

llegó el momento de quedarse quieto, y no por razones introspectivas, sólo los maricas y los amorosos miran las copas de los árboles en espera de una respuesta (la respuesta más simple).
quedarse quieto porque si, porque el mundo es detestable, la gente y sus jerarquías que sólo hacen que se vean un poco más idiotas, los laberintos telenovela que se construyen los más aburridos, los más hermosos.

christian nació en un pueblo. es de pueblo. y en su pueblo hubo alguna vez unos cuantos jóvenes interesados por los libros y la música y en romperse la madre sólo por diversión. en su pueblo alguna vez hubo sorpresas de papel serpentina, cómo los campos de girasoles o un muchacho curioso y lindo.

ahora por eso no entiende: la ciudad le parece hermosa y práctica, todas las calles quedan cerca de todas las calles, pero la gente (alguna vez un tema interesante, ya que fueron bastantes años de sentirse un ermitaño barbudo, de ser un ermitaño barbudo) es, en verdad, muy insegura. ahora la gente es un tema aburrido.

será porque la muerte ha perseguido a christian. exámenes de leucemia y tres litros de sangre perdidos en una sala de urgencias.
será porque ahora sólo quiere divertirse.
será porque incluso, está cansado de las relaciónes.
el cansancio provoca que te vuelvas un feliz y completo imbécil.

llegó el momento de quedarse quieto, para ahorrarse unas cuántas depresiónes y poder ir a unos cuántos conciertos.

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