miércoles, 16 de febrero de 2011

notas.

lo único que me gustaría averiguar ahora, tener, por sobre el calor de las manos que puedan tenderse hacia mí en un futuro cada vez más incierto, por sobre las alegrías que puedan titilar en un futuro cada vez más opaco, por sobre mis manos alzadas que se alzarán como flores recién nacidas en el futuro que hace bromas horribles, el futuro con máscara y pasteles para lanzar, lo único que me gustaría saber, tan sólo descifrar, es cómo se puede adquirir el poder momentáneo de la invisibilidad, porque es inútil que yo ande por aquí ahora.
si pudiera atravesar paredes estos días, si puediera remediar la injusticia de seguir viviendo cuando quiero apagarme, podría remediarme.

jueves, 10 de febrero de 2011

poema desenterrado.

***

Hace tiempo que mis pies no se cansan,
mis ojos no se irritan,
mis uñas no se rompen.
Pero él cortó mi lengüa.

Mis manos sangran.
Van destrozando senderos amurallados.
Me queda polvo, lodo, plegarias.

El hombre me mira pero no ve como mi sangre se extenúa entre sus venas áridas.
No me siente y despierta del otro lado del mundo con la soledad perpetua de la madrugada.
Me mira invisible con su historia,
su artificio de voz,
su ritual o teatro.

***

Quiere volar
pero olvida que cortó los brazos que se tendían hacia mi.
Olvida que cerró puertas y ventanas.
Dice que quiere escapar antes del frío.
No pasa nada.
Un hombre me mira,
un espejismo me mira.


Eréndira Reyes Clímaco.

notas.

1) es eso que se concentra en los reveses de los abrigos, eso que parece nube nublada. es sólido, me rompe. no lloro: jamás lágrimas, porque mi rostro es gris, porque me muero de vida y no de tiempo.

2) dicen que los aletargados sólo tienen derecho a sembrar lodo. que sus colas de fantasmas crecen antes de tiempo. dicen que los de los ojos y el sexo cerrado tienen derecho a escuchar el fluir de su sangre por toda la eternidad.

3) horror.

viernes, 10 de diciembre de 2010

notas

"desde que estoy en la alcantarilla me siento solo. sé que es un gran ejercicio del sarcasmo (tal vez del epigrama) declararse un idiota y hacer una filosofía a partir de ello. pero me siento solo. un joven asiste a su fiesta n°100, y ya en casa, sufre por sus incapacidades sociales- la siguiente invitación no tardará. una señorita piensa en lo mucho que le gustaría visitar una morgue. no sufre de insomnio y tiene un vestido con moño en la cintura. ellos, por supuesto que ellos, no pueden acompañarme. lo comprendo perfectamente. ellos son otro mundo. no son una alcantarilla. sigo sintiéndome solo. ojalá llegue a encontrar a alguien en mis viajes por la alcantarilla".

Mr. Escóm.

martes, 23 de noviembre de 2010

martes, 16 de noviembre de 2010

HUMO (fragmentos)

(...)

-. Inicia una serie de intrincados bocetos para un intrincado cuadro. Los únicos motivos son peces y ramas. Lo elaborado de los arabescos invitaba a pensar en un lienzo amplio, pero era una madera de 23.5 x 15cm.
La obra daba la sensación de claustrofobia.

-. En una de las calles más transitadas se encontraba la casa: una casa antigua. En su jardín, un tanto derruido, estaba una fuente apagada de cantera. Dentro, bailaba una muchacha con vestido negro y con el pelo teñido de rubio. Fingía que pasaba los dedos por el agua.

-¿Y ahora qué le sucede a Geraldine?- preguntaba uno de los concurrentes, que no podía apartar la vista de
la actuación.

Las fiestas se organizaban cada fin de semana. Matías llevó a Andrés. Los amigos de Matías lo felicitaron por adquirir tan bello espécimen.
Cuando a Andrés le preguntaron su lugar de residencia, Matías dijo que no lo intentaran averiguar. Ni siquiera él lo sabía. A nadie le pareció una arrogancia de su parte. El aditamento hablaba de alguien tímido.
Fue en esa casa donde expuso elogiadísimo grabado a punta seca.

-. Entraron por la ventana  por dos motivos: además de que Matías no cargaba las llaves, era seguro que al escuchar la puerta su madre se levantaría, descubriendo la presencia del invitado. No fue una entrada aparatosa.
También fue la noche en la que Andrés pidió una historia.

-Ahora leo a un newyorkino. Mathías Fritz.
-Se llama como tú.
-Eres muy inteligente. Hay una historia muy curiosa y muy contable en ese libro, mira, nada más voy a leerte el final: "La historia lo juzga como el más imbécil de los soldados. Puede que jamás llegue a saberse que el cabo Wilde salió de la trinchera para experimentar el dolor de una bala".

domingo, 14 de noviembre de 2010

Algunas observaciones sobre Bob Esponja

1

Los análisis dirigidos a los dibujos animados son siempre hechos con el propósito (un tanto paranoico, o, mejor dicho, ocioso) de atacarlos: se encuentran mensajes subliminales; incitaciones a la homosexualidad (¡qué barbarie!); se insulta la complejidad con la que algunas caricaturas se construyen.
Bob Esponja posee, para mi, ciertas claves que lo vuelven interesante. Intentaré profundizar en ello, a riesgo de caer en la demencia de los cazadores de brujas.

2

El entorno social de Bob Esponja es bastante particular. Abundan los individuos destrozados por los empleos basura: los de los sueños truncados. Los hostiles, en general.
Calamardo Tentáculos podría llevar una vida incluso cómoda, a no ser de sus pretenciones artísticas. Calamardo no tiene talento, pero si un gran ego: insulta a los habitantes de Fondo de Bikini por ignorantes. Sus ideales de finura y exquisitez son ridículos: narcisismo y jardines secretos.
La dedicación de Arenita Mejillas es la ciencia, pero sus únicos logros han sido una dominación del karate y una maquina peladora de bananas, hecha para unos simios intelectuales, que son sus mecenas.
Ahora bien, Esponja es el más odiado del pueblo. ¿Por qué? Su infantilismo alcanza el nivel de psicopatía. Irrumpe a voluntad en la casa de Calamardo. Para poder despertarse en un día especial compra 200 despertadores. Pero es alguien inofensivo, bondadoso. ¿Qué es lo que hace que se pueda maniatar a alguien que no hace daño? ¿Qué es lo que hace tan perfectos a los demás?
El tema más tocado en la caricatura es la idolatría. Los objetos de admiración de todos son incomprensibles. Se aplaude el bronceado de la foca. Larry, la langosta musculosa, le dice a Esponja y a Patricio que si no viven como él, están vacíos: "tengo una motocicleta y un puesto de salvavidas, ustedes son unos alfeñiques".
Ésto es un asunto de reflexión. Con un mínimo de suspicacia, puede notarse el carnaval de plumas e ilusiones ópticas que se desarrolla en todos los medios, desde el escolar hasta el artístico. A los únicos a los que se les hace caso son a los que se disfrazan. No pinta tan bien, pero tiene bufandas bellas. No es tan carismática, pero hay algo en ella, un perfume, un collar, que la vuelve magnética. Es un poco grosero, pero pertenece a mi estrato. Escucha la música que todos escuchamos y su tartamudez es excelente: ahí está, pero no es incómoda, es más bien linda, "rarita".
Recordemos el episodio en el que Esponja encuentra una peluca alta y empolvada, una peluca horrible. Le fascina de inmediato y se la pone. En la calle se burlan de él. Arenita le hace comprender lo mal que se ve, y Esponja se deshace del aditamento. Entonces, un día, Esponja sin peluca sale de paseo: todos portan lo que él lució. Resulta que el integrante de una banda usa la peluca. A Esponja se le niega la vanguardia, porque el guitarrista es cool, y él es él.




3

Bob Esponja, al parecer, es el único optimista. Se acepta tal y cual es: un chiflado, un torpe, un adulto que debería madurar. Bob Esponja se entrega a sus pasiones: el coleccionismo de juguetes y Tritón y El Chico Percebe. Bob Esponja es disciplinado y virtuoso en su oficio: sus hamburguesas arrebatan las lágrimas de los comensales; no exige remuneración para deleite de Don Cangrejo. Una diferencia significativa en cuanto a Calamardo: a nadie le gusta la obra del pulpo porque éste lo único que desea es la fama y la fortuna, ni una sola escultura suya está elaborada con amor.
El paralelismo con lo que se piensa que debe hacer un artista es sorprendente. Picasso declaró su felicidad cuando pudo pintar como un niño lo haría. Kafka atravesó por las condiciones más insalubres y nunca dejó la literatura (la plancha de cocina, en el caso de Esponja).



4

En la actualidad se toma al freak como una suerte de héroe, gracias al error de poner la vida del artista sobre la obra. Se llega a considerar que las pedanterías que cometen ciertos artistas son simpáticas. Contextalizar no es sólo un deber sistemático, también sirve para entender que nosotros somos los aceptados socialmente; que nadie soportaría una charla con el iracundo Klaus Kinski, actor alemán; que nadie podría haber sido amigo de Hemingway o de Capote, el uno por su alcoholismo y arrogancia y el otro por su alcoholismo y ponzoña.; que cualquiera caería fumigado de sueño en una tarde con Hugh Monroe, que de lo único que podía hablar era de literatura; que nadie podría tener a Esponja de vecino, el más leal de los amigos, el más aventurero de los perdedores.
La mayoría de las vidas de los supuestos freaks son patéticas, o muy difíciles. Sus pasatiempos son envidiables; sus pasatiempos, obsesiones.