Mi amigo el invisible, pt 2

-¿por qué se quedan ahi?

aún estaban en el borde de la puerta

-pues, será porque vimos como te enterraban, y ahora te estamos viendo beberte mi vino- dijo saúl
-¿narcolepsia?- inquirió ricardo
-¿te enterraron vivo?- preguntó azul
-no, soy un auténtico fantasma

una señora, vecina de saúl, pasaba por ahí, y le extraño que todos estuvieran fuera del departamento sin hacer nada, con cara de susto:

-¿sucede algo hijo?
-no señora, gracias
-¿gracias?- dijo christian
-¿una fuga de gas?
-no, nada señora

la señora se fue pensando en la locura de la juventud, cada vez más deformada e inexplicable:

-¿gracias?- insistió christian
-calla, y explica, ¿por qué nosotros si podemos verte?- dijo ricardo
-porque son personas que me tuvieron estima en mi vida de persona normal
-¿a quienes más haz ido a visitar?- le dijo azul
-a mis padres no, porque son un par de señores tranquilos, así es como deben de estar
-¿y a ezequiel?- preguntó irina
-¿quien es ezequiel?
-tu novio... tu ex-novio... no sé cómo se le diga en estos casos
-ezequiel, claro... ya no lo recordaba, siento que pasaron miles de años; no, no fui a verlo, y me gustaría hacerlo
-¿es cierto que dios es barbudo?- dijo azul
-quien piense lo contrario es un imbécil
-valgame, estás aquí- dijo azul
-bebiéndose mi vino- dijo saúl
-está bien, perdón por haberlo tomado, pero, hasta a los fantasmas les da sed
-no, pues bebe, pero tan siquiera pídelo
-¿puedo beber de tu vino?
-eso sonó un poco feo- dijo ricardo
-si, si puedes beber de mi vino...
-bien, ahora pasemos a los negocios, necesito estar cambiando constantemente de lugar; necesito estar encerrado en armarios y baúles, estar fresquecito, y si ustedes quieren, puedo quedarme a dormir con todos y rolarme cada cierto tiempo de casa
-¿te das cuenta qué raro es lo que nos estás proponiendo?- dijo ricardo
-diganme que si, por favor, si no tendré que vivir entre las grietas de los edificios como un espectro cualquiera
-está bien, puedes ir conmigo- dijo azul
-podría ir bajo ésta forma
-¿qué quieres decir?

entonces christian se tapó los ojos, tenía una gran sonrisa. nadie lo notó, pero se convirtió en un globo rojo. salió volando por la ventana:

-pero, ni siquiera le dije en dónde quedaba mi casa...

problema resuelto cuando comenzaron a caminar. el globo fue siguiéndolos desde las azoteas y las copas de los árboles:

-ay mai dir, que envidia te tengo, puedes volar- le dijo irina ya en la casa de azul
-pero tengo que convertirme en algo que vuele, que más quisiera yo que poder volar con forma de ser humano

era una reunión como las de siempre, una reunión como las que había vivido christian en su vida mortal: música, cerveza y anécdotas. christian preguntó todo, si habían viajado y a dónde; si habían tenido hijos o si se habían casado (irina respondió todas esas preguntas, prometiendo mostrarle el álbum de fotos de su boda); y se llevó una gran sorpresa cuando supo a qué se dedicaba azul:

-soy dueña de una franquicia de globos aerostáticos en morelia, funciona por temporadas...

silencio:

-si, yo sé, pero es bastante lindo...