viernes, 30 de abril de 2010

Sing, valley maker (biografía de Ch)


cree que sus labios son demasiado gruesos, tan gruesos que podrían ser deformes. cree que sus fotografías son tan buenas que nadie las comprende. cree que su pueblo es un lugar mágico de nubes rosas, en el que los amigos llegan para desaparecer: una soledad árida y maloliente de montaña; suena un violín y se va a la peluquería los domingos. y la ciudad es el palacio en ruinas donde las personas bellas e inalcanzables se mueven. puede que eso le de envidia, puede que en verdad le repugne; puede que no esté enterado sobre lo que siente al respecto, y no quiere saberlo, y como es un perezoso decide quedarse quieto.
 
ahora está acostado con una fiebre hija de puta. decir que está pensando sería un insulto, ¿qué clase de idiota con 45 grados encima y una mirada al borde del estrabismo se pone a reflexionar? 
pero la incomodidad hace que se levante y vaya al baño a cortarse las uñas y a peinarse un poco. después, elige una camisita amarilla y unos pantalones limpios. va hacia las escaleras y agarra las paredes y baja hacia la sala. 
mejor mirar las bugambilias del jardín o a las moscas del jardín.
tocan la puerta. su mejor amigo Raúl:

-¿cómo sigues Christian?
-mi cara en serio no te dice nada... bueno, entonces creo que vas a sacar una conclusión mejor cuando te diga que no quiero decirte cómo me siento...
-si, uno saca una conclusión mejor gracias a eso, y a tus rojas chapas... lástima, no podrás ir al funeral del niño ése
-deben sacar muchísimas fotos
-bueno, entonces debo irme.
Agitaron tímidamente sus manos. Raúl dio la espalda a la puerta
. Ahora suena el teléfono y es su madre:

-¿cómo sigues mi vida?
-pues creo que sigo muy mal
-bueno, hoy vamos a llegar tarde porque tenemos mucho trabajo, pero voy a estar marcándote a tu celular.


obvio no contestaría ninguna llamada. 
recostado en un sillón y respirando agitadamente.
pero algo extraño sucedió. pasaron las horas y el sol estaba en ese punto extraño en donde provoca que todo se vea triste y bonito. de lo más cursi lo que sucedió. de lo más normal. 
sucedió que estaba en una casa sola. no tenía que decirle nada a nadie. no tenía que dar pretextos para faltar a la cita. no tenía que cargar con los dramas inecesarios que surgen entre los amigos y la familia, una delicada red de ridiculeces y enojos y disculpas hipócritas.
sucedió que estaba tan solo y tan enfermo, que la felicidad se apropió de su pecho. comenzó a respirar mejor.
era la madre del mundo ése momento

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