sábado, 14 de agosto de 2010

notas


los fines de semana tienen algo de grotesco cuando no se tiene algo interesante que hacer: un sillón del cual no te vas a levantar por algunas horas, una especie de ira atorada en la garganta, un deambuleo como de mosca por toda la casa y calles vacías (distrito federal y estado de méxico indisintamente) . hoy tengo que limpiar mi librero y de seguro me va a dar una sobredosis de estornudos. 

el único momento cumbre son las tardes, el momento del descanso o cuando ya te decides a hacer algo interesante, como lavar el coche o escuchar música. (eso de arthur russell me parece muy interesante). 

notas y notas y no pasa un tornado que nos recuerde a todos que podemos espantarnos, que podemos escondernos bajo la mesa o llorar en un centro comercial por la falta de compañía; un tornado que sacuda nuestros cabellos y nos ponga alas enormes de cuervo, o que nada más nos arrastre por una calle, las buenas golpizas pueden ser experiencias reveladoras.

si, tal vez salga a buscar pleito. o tal vez vaya de desesperado con octavio, para él sería una hora de cerveza y compañía innecesaria. y ni siquiera es soledad, eso me daría un poco más de credito. es un puto aburrimiento, un aburrimiento color rosa como las nubes del aburrimiento de las cinco de la tarde. 


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