viernes, 13 de agosto de 2010

Odd Nerdrum


La pintura religiosa posee la atmósfera más triste, elegancia y sangre se combinan con armonía pero manteniendo la distancia provocando que la virgen se vea algo inquietante. Se trata del onirismo más exacto, ya que no siempre hay monstruos o motivos de angustia: lo de Grünewald es impactante pero resulta aun más la serenidad con la que una mujer sostiene un plato en el que reposan dos ojos, o la serenidad de la mujer rodeada de ángeles rojos y azules.

Odd Nerdrum tiene influencia de la vieja escuela, como J.M.W Turner, Rembrandt y William Blake, fondos oscuros teñidos por luces mínimas, púrpuras o rosadas, una especie de brillantina tenue. Y Odd Nerdrum es un artista contemporáneo en el más amplio sentido de la palabra: su formación es oficial, pero es vanguardista, y es citado por otros vanguardistas de oficio como Tarsem Singh en su película “The Cell”.


Aporta algo nuevo al arte sacro: la pátina de la superficie como de niebla o tierra, un canon de símbolos distorsionado por un lirismo personalísimo y una desnudez que no se encuentra en el plano de lo divino sino en el de las sombras, fantasmas con los bordes mojados como si fuesen peces con largas colas.

Es siempre interesante encontrar, entre tanto sentido del humor conceptual y entre tanto urinario firmado, a alguien conservador con un halo de solemnidad y violencia, con un catálogo de criaturas mitológicas o de arquetipos milenarios y un dominio renacentista del dibujo.
















No hay comentarios:

Publicar un comentario